martes, 20 de abril de 2010

El imprescindible segundo plano

Después de varios intentos creí haberlo conseguido pero cuando descargas las fotos que has intentado hacer el fin de semana, viendo algo diferente a lo que estoy habituada, me defrauda un poco el mal enfoque de las cuatro fotos que me daban, según creí, seguridad de haberla hecho a mi gusto.




Después empiezas a ver los detalles y te resulta curioso el segundo plano bien enfocado: el brillo del tronco del árbol; las ramas; la imagen que se vislumbra tras de ellas; esa casa, que estaba ahí , oculta; la degradación del azul del cielo; las sombras... miles de detalles que por el empeño de ver un primer plano se ocultan a los ojos del fotógrafo dominguero.

Y vas dando vueltas a la cabeza y pensando en miles de cosas que se pierden en segundos planos y que tienen tanto o más valor que los personajes principales, esos detalles segundones que se dedican a hacer los coros pero que completan el todo que hace grande a la fotografía.

Hay veces que las segundas voces se hacen imprescindibles.