viernes, 30 de marzo de 2012

Pantaleón y las visitadoras




Yo era como esa diva del mundo de las Misses que seguía a Vargas Llosa pero no lo había leído nunca, así que le he puesto remedio. Supongo que a los que le habéis seguido y leído no os sorprenda su forma de escribir, muy parecida a alguna autora española de mi agrado. En un mismo párrafo está hablando del presente, del pasado y del futuro y allá tu te las ingenies para encontrar donde ha cambiado y donde estás. Esa forma de escribir no me disgusta, el problema de D. Mario es que las palabras que el usa del castellano no son las mismas que las que uso yo y ahí me ha costado más pillar el hilo de lo que narraba.

¿Es un libro cómico? te lleva a la carcajada, a la sonrisa del desconcierto, de lo imposible, de lo surrealista. ¿Es tan irreal la trama? vete tú a saber lo que se cuece en ese mundo perdido e inaccesible donde Vargas Llosa situa a los personajes.
¿Un libro trágico? te lleva a la tristeza, a la empatía con el protagonista, con su mujer, con su famila. Te descubre como la ignorancia es la base fundamental del abuso del superior, del que tiene el mando. En resumen, una tragicomedia, un libro al que cuesta engancharse por las palabras, por un humor poco concido, pero en el que encuentras momentos especiales.

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En la mesilla: Abierto toda la noche de David Trueba

jueves, 29 de marzo de 2012

El experimento Marshmallow

Quién no ha dicho alguna vez eso de "ha durado menos que un caramelo en la puerta de una escuela". Este experimento viene a rebatirlo. 

Durante los años 60 Walter Mischel realizó un experimento en el que ofrecía a niños de 4 años un Marshmallow, conocido por nosotros como nubes de gominola. En él les decía que podían comerlo, pero que si aguantaban veinte minutos y no lo comían en ese tiempo, en vez de uno tendrían dos marshmallow. Este es el experimiento repetido hace tan solo unos años.




Las reacciones de los críos son, cuanto menos, graciosas. Pero, como puede apreciarse, unos comen la nube y otros no. Este experimento continúo con el seguimiento de esos niños durante unos años, descubriéndose que los que son capaces de aguantar durante todo el tiempo sin comer (retrasan el momento de la felicidad) tuvieron, entre otras conclusiones, un rendimiento académico mejor.

A Walter Mischel lo entrevisto en Redes Eduard Punset.


Para terminar, ese mismo experimento parodiado por adultos, también os sacará una sonrisa.

jueves, 22 de marzo de 2012

El extranjero


Historia de un Extranjero más allá de la definición establecida. Extranjero en la sociedad, donde no se sumerge en el país de los ritos, los sentimientos comunes, donde no se esfuerza en interpretar los estereotipos que se esperan en cada ocasión. Extranjero en un juicio donde, juzgándose un hecho del que es culpable, termina juzgándose y criminalizando esa parte antisocial del personaje. Sí, es culpable, pero no vamos a basarnos en eso para castigarlo, vamos a hacerlo por no cumplir con los requisitos y las normas, el llanto en un funeral o el amor en una relación, normas que todos, sintiendolas o no, aplicamos en las situaciones que día a día nos van surgiendo.

Lo he leído en la edición de Circulo de Lectores, incluida en una selección llamada Biblioteca de Plata. Prologada por Mario Vargas Llosa. No leo nunca prólogos ni contraportadas antes de meterme en el libro, casi siempre termino por no leerlos tampoco al final, pero me llamaba la atención ver de que forma me intentaba vender su lectura el premio Nobel y ha sido una gran sorpresa la forma clara y sencilla de su exposición, de sus comparaciones e interpretaciones.

Un libro recomendable, con estructura y textos claros.
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Ahora en la mesilla: Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa

miércoles, 21 de marzo de 2012

Día de la poesía

Aquí
en esta orilla blanca
del lecho donde duermes
estoy al borde mismo
de tu sueño. Si diera
un paso más, caería
en sus ondas, rompiéndolo
como un cristal. Me sube
el calor de tu sueño
hasta el rostro. Tu hálito
te mide la andadura
del soñar: va despacio.
Un soplo alterno, leve
me entrega ese tesoro
exactamente: el ritmo
de tu vivir soñando.
Miro. Veo la estofa
de que está hecho tu sueño.
La tienes sobre el cuerpo
como coraza ingrávida.




Jackson Pollock
Te cerca de respeto.
A tu virgen te vuelves
toda entera, desnuda,
cuando te vas al sueño.
En la orilla se paran
las ansias y los besos:
esperan, ya sin prisa,
a que abriendo los ojos
renuncies a tu ser
invulnerable. Busco
tu sueño. Con mi alma
doblada sobre ti
las miradas recorren,
traslucida, tu carne
y apartan dulcemente
las señas corporales,

para ver si hallan detrás
las formas de tu sueño.
No la encuentran.
Y entonces
pienso en tu sueño. Quiero
descifrarlo. Las cifras
no sirven, no es secreto.
Es sueño y no misterio.
Y de pronto, en el alto
silencio de la noche,
Un soñar mio empieza
al borde de tu cuerpo;
en él el tuyo siento.
Tú dormida, yo en vela,
hacíamos lo mismo.
No había que buscar:
tu sueño era mi sueño.

Pedro Salinas