Hacía unos años que no dábamos una vuelta por las cercanas Lagunas de Ruidera, aprovechando los días de sol que nos está regalando febrero, nos hemos dejado sorprender por el sonido del agua saltando de una laguna a otra y por el poco espacio que queda sin agua por toda esa zona que a veces ha parecido pequeños desiertos en vez de grandes pozas de agua. Hoy no pasaban los todoterreno haciendo trompos por las secas extensiones de tierra, hoy el agua llegaba hasta el borde de casas y carreteras y nos obsequiaba con la tranquilidad de los ojos, los ojos que dan vida al Guadiana hasta que une sus aguas al Atlántico.
Laguna del Rey
Cascada entre La Colgada y La del Rey
La de San Pedro, tranquilidad rodeada de juncos, cañizos y sabinas
A pesar de las pocas lluvias de este invierno, las lagunas están rebosantes de agua y no existe apenas espacio para parar y poder verlas, las playas naturales donde habitualmente la gente se tumba al sol y disfruta del silencio son prácticamente inexistentes. El paraje ha cambiado totalmente su aspecto en unos años y merece la pena perderse un día de sol por él.
Hala!!!!! qué chulas, me encantan!!!!! menuda diferencia con las que yo tengo de hace 11 años!!!!
ResponderEliminarAunque sea un pecado reconocerlo, más o menos ese tiempo hacía que no íbamos por las lagunas y la culpa de ello puede ser el recuerdo no muy bueno que teníamos de como estaban. Ir con esa imagen y encontrar otra totalmente diferente ha sido sorprendente.
ResponderEliminarUn buen punto de encuentro para cuando os escapáis a Ciudad Real ¿no?.